3 Recomendaciones Para Diseñar Tu Trabajo Ideal
Hoy en día mucha gente se siente frustrada porque lo que hace no le llena, porque cree que no ha encontrado su vocación y busca desesperadamente encontrar un trabajo que le de la satisfacción y plenitud que necesita. ¿Te pasa a ti también?
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Diseña tu trabajo ideal
Este es un tema en el que me encanta ayudar a mis clientes y hacerles ver opciones que no habían considerado o que no se atrevían a considerar. Así que hoy, siguiendo con el artículo de la semana pasada sobre la importancia de pensar no en un trabajo que te llene sino en una vida que te llene, te voy a hablar de como diseñar tu trabajo ideal (e insisto, con «ideal» me refiero a que te permita tener una vida plena, que no necesariamente es lo mismo que un trabajo que te llene.)
En concreto te voy a dar tres recomendaciones:
1. Tener claro que tipo de vida quieres
Lo primero que debes tener claro es que tipo de vida quieres, para evitar centrarte al 100% en un trabajo y darte cuenta, con el tiempo, de que has abandonado lo verdaderamente importante. Tienes que sentarte a decidir como será para ti una vida plena y feliz. No hay respuestas equivocadas y hay infinitas variantes.
Esta el caso de la persona cuya principal prioridad es su familia y que quiere un trabajo flexible y que no le robe demasiado tiempo (para llevar a tus hijos al médico, para ir a ver la actuación del colegio, etc).
Está el caso de la persona que necesita un trabajo que le apasione porque si no el resto de su vida se ve afectada (yo misma). Esta el caso de la persona a la que le encanta hacer cursos y disfrutar de su tiempo libre, que quiere un trabajo que le dé estabilidad económica para viajar y hacer todos los cursos que quiera independientemente de que su trabajo le guste o no. Y un largo etcétera, así como distintas combinaciones.
Cada persona es un mundo y tiene unas necesidades y prioridades diferentes. Debes tener muy claro que es lo que de verdad te gustará para poder sentarte a planificar como conseguirlo. Como ves, los ejemplos de antes son muy distintos y se enfocarán de manera distinta.
2. Ten en cuenta tu situación actual
Algo que se suele pasar por alto es que lo que quieres ahora probablemente no coincida con lo que querrás dentro de diez años y te puedes volver loca intentando decidir que trabajo te va a posibilitar tener una vida plena toda tu vida. Eso es algo en lo que todos caemos porque es lo que nos han enseñado. Cuando eres adolescente tienes que elegir una carrera para toda la vida, no se te ocurra cambiarla porque entonces serás un irresponsable y demostrarás poca seriedad y, por supuesto, trabaja cuantas más horas mejor o si no es que no eres un buen trabajador; y que el trabajo se pague bien, si no estás perdiendo el tiempo y eres un fracasado.
¿O no? Eso es lo que Roman Krznaric (autor de «Como encontrar un trabajo satisfactorio») define como la Ética del trabajo, que se nos ha impuesto desde siempre y de la que hay que desengancharse. ¿Por qué? Porque hay mucha gente infeliz siguiendo esas normas.
Una vez leí una frase que se me quedó grabada: «Tu trabajo no es una cadena perpetua» y, sin embargo, actuamos como si lo fuera. Pero sabes qué, te vas a cambiar con los años y tu situación y prioridades también.
Entonces, ¿Por qué no modificar tu trayectoria profesional acordemente? Es lo más sensato si lo que haces no te satisface profesionalmente ni le aporta plenitud a tu vida. Pero claro, liberarte de esa ética de trabajo que te impide dejar un trabajo bien pagado o estable o en el que llevas años es duro. Lo sé, recuerda que dejó 11 años de carrera científica para establecerme por mi cuenta como coach -profesión que mucha gente ni sabía, ni sabe, lo que es.
Por tanto si estás en el proceso de redirigir tu carrera, ten en cuenta tu situación y preferencias actuales para asegurarte de que vas a estar satisfecha.
3. Haz oídos sordos
En este momento ya estás lo suficientemente nerviosa, angustiada e intranquila como para, además, escuchar lo que no te hace falta oír. Si te pasas el día oyendo hablar de la crisis ni te moverás porque te invadirá el fatalismo. Y no, esto no es ser ingenua, es no dejarte llevar por las circunstancias.
Si no, siempre encontraras razones para quedarte como estás. Eso por un lado y, por otro, más vale que aceptes y te acostumbres a las críticas y consejos (en principio bienintencionados) de todo el mundo.
Te van a llover por todos lados y tienes que hacer como la rana del cuento, esa que se puso a escalar un árbol y fue la única que no se caya porque estaba sorda (las demás habían ido cayendo por el camino tras oír a sus «amigas» comentando que las ranas no pueden subir árboles y que están locas y tal y cual).
Encontrar un trabajo que encaje con tu vida no siempre es fácil, pero si te paras a pensar en estas tres cosas que he mencionado tendrás muchas más posibilidades de hacerlo.